Declaración pública Sobre los efectos de la crisis del COVID-19 en niños, niñas y adolescentes

La pandemia COVID-19 es una emergencia sanitaria a nivel global, en este contexto es necesario subrayar que niños, niñas y adolescentes es un grupo vulnerable, ellos están expuestos a los graves efectos físicos, emocionales y psicológicos producto del confinamiento prolongado.

En solo semanas la población infanto-juvenil ha visto radicalmente transformada su vida cotidiana: cierre de colegios, escuelas y jardines infantiles; situaciones de estrés al interior de la familia por la incertidumbre laboral y económica; dificultades para acceder a plataformas de educación a distancia; prohibición de salir a la calle o jugar en plazas y parques.

Es necesario incorporar medidas específicas dirigidas a ellos y ellas, considerando sus necesidades, condiciones de cuidado y la protección de sus derechos desde un enfoque integral.

Instamos a las autoridades y a la sociedad en su conjunto a reconocer la especial necesidad de protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes en el contexto de la pandemia y adoptar medidas con carácter de urgentes:

  1. Todas las medidas y respuestas a la pandemia que sean implementadas desde el Estado deben garantizar y proteger el respeto de los derechos de niños, niñas y adolescentes, considerando su interés superior, evaluando las consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
  2. Los procesos educativos en contexto de emergencia deben asegurar el bienestar social, emocional y psicológico de los niños, niñas y adolescentes. Desde un punto integral el desafío educativo debe involucrar el acompañamiento y apoyo de las madres, padres y las familias en circunstancias de incertidumbre y vulnerabilidad. Se debe garantizar el acceso a la educación de una manera universal y de forma equitativa con particular atención a NNA que estén en situaciones de pobreza.
  3. Se requiere garantizar condiciones de apoyo al cuidado a través de medidas de flexibilización laboral que permitan compatibilizar el cuidado y el trabajo a distancia. Fortalecer e Implementar programas para orientar y apoyar en las dificultades que puedan estar experimentando las familias en el cuidado de niños, niñas y adolescentes.
  4. La situación de cuarentena puede exponer a los niños, niñas y adolescentes a diversas formas y situaciones de violencia, ya sea quedando expuestos a nuevas situaciones, o a la mantención o aumento de violencias previas. Es necesario utilizar medios que permitan mantener la continuidad de la atención de servicios y programas de protección, prevención y reparación. Fortalecer los canales de información y servicios de apoyo por vía telefónica a través de plataformas online. Desarrollar campañas de concientización sobre prevención de la violencia familiar, maltrato y abuso sexual infantil.
  5. Las restricciones a la libertad ambulatoria no deben resultar desproporcionadas ni modificar directamente acuerdos y/o decisiones judiciales relacionadas con derechos de niños, niñas y adolescentes. El derecho del niño, niña o adolescente a mantener una relación directa y regular con sus progenitores cuando viven separados, así como los deberes alimenticios, deben resguardarse, considerando su interés superior.
  6. Es necesario fomentar la participación de niños, niñas y adolescentes en el contexto de las medidas de restricción de movimiento. Garantizar que las medidas políticas que se adopten consideren sus opiniones en el proceso de toma de decisiones. Los niños no sólo deben ser informados y comprender lo que está sucediendo, también deben participar en las decisiones que los afectan. Generar una estrategia comunicacional que tenga como principales destinatarios a los niños, niñas y adolescentes
  7. Es los contextos de atención residencial o de reclusión se debe disponer de implementos sanitarios y protocolos de actuación. Se debe garantizar el mantenimiento de la comunicación y los vínculos familiares y comunitarios durante la emergencia. También es necesario capacitar y entregar herramientas en primeros auxilios psicológicos a los equipos técnicos y personal de trato. Favorecer los procesos de acogimiento familiar en aquellos casos que sea posible. 
  8. Se requiere de medidas para mitigar el impacto económico y social de la pandemia a través de apoyo económico directo en beneficio de las familias para solventar gastos asociados a la alimentación y el cuidado de niños, niñas y adolescentes, particularmente en casos de enfermedad o discapacidad.
  9. Todas las medidas que se adopten deben tener a los NNA como prioridad no solo durante el periodo de cuarentena, sino que también en el mediano y largo plazo. Llamamos a generar una instancia de coordinación o mesa técnica que pueda fomentar buenas prácticas, investigaciones, información sectorial e incorporación de la experiencia internacional en manejo de emergencias. Es clave el levantamiento de información sobre la situación de niños, niñas y adolescentes.

Santiago, 14 de abril de 2020

Programa de Estudios Interdisciplinarios en Infancias

Facultad de Ciencias Sociales

Universidad de Chile

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